Linazas y Trementinas
Abel es un tipo normal, a sus cuarenta años el arte todavía corre por sus venas, pero hace ya bastante tiempo que renunció a sus sueños artísticos. Ya no quedan capillas sixtinas libres para pintores sin padrinos adinerados. Pero éste hecho, el saberse uno más del montón nunca fue para Abel una decepción, porque la vida anestésica de bares y caricaturas se ocupó desde que era bien joven de prepararle para ese fatídico momento. Read More »